¿Has oído hablar del dilema del erizo?

Los erizos son animales que soportan muy mal el frio. Con la llegada del invierno se hacen una bola e hibernan. Pues bien, estos pequeños animales sirvieron de inspiración al filósofo alemán Arthur Schopenhauer para crear una parábola sobre las relaciones humanas.

Con el tiempo, el dilema del erizo se ha ido adaptando a otros comportamientos, y hoy día también se emplea para tratar el trabajo en equipo.

Una de sus muchas versiones dice así:

En uno de los inviernos más crudos que se recuerdan, muchos animales murieron a causa del frío.

Los erizos, a pesar de ser animales solitarios, decidieron agruparse buscando la proximidad corporal para mantener el calor. De esta manera se cubrían y protegían a sí mismos. No obstante, mientras más se acercaban, más dolor les causaban las púas del erizo vecino, por lo que poco tiempo después decidieron alejarse unos de otros para evitar las heridas.

Sin embargo, la separación hizo que fuera imposible mantener el calor y algunos empezaron a morir. Así que tuvieron que hacer una elección: o bien aceptar las púas de sus compañeros o perecer.

Sabiamente, decidieron volver a estar juntos. Aprendieron a vivir con las heridas causadas por la estrecha relación con sus compañeros con tal de recibir el calor que provenía de los demás. De esta manera fueron capaces de sobrevivir.

Los mandos intermedios, además de gestionar personas también tienen que estar capacitados para manejar grupos.

Como mínimo, el responsable de un equipo tendrá que conocer bien a cada miembro, acordar una misión para el grupo (con sus metas y objetivos), jugar con el talento y las capacidades de cada uno y cuidar que todo el mundo participe, debata e intercambie ideas.

Si el grupo está funcionando bien, trabajar en equipo tiene innumerables ventajas: te desarrolla profesionalmente, te hace la tarea más fácil porque compartes la carga de trabajo, recibes apoyo de los demás, aprendes de los compañeros, sube la moral, te proporciona un sentimiento de pertenencia, facilita la resolución de problemas, da la oportunidad de practicar la escucha activa, fomenta la creatividad, etc.

He perdido la cuenta de la cantidad de citas, frases y dichos que existen sobre el trabajo en equipo, por lo que he seleccionado 6 que me han parecido excelentes. Pero antes, unas reflexiones:

Todos los equipos tienen sus flaquezas. Incluso los que funcionan bien. Hasta el miembro más competente y capacitado tiene sus propios defectos.

Se suele pensar que el equipo ideal es el que reúne a los mejores en su campo, pero no tiene por qué ser así. El equipo modelo es aquel que aprende a vivir con las imperfecciones de los demás al tiempo que se centra en las cualidades de cada uno. El que sabe aprovechar lo bueno de cada persona en beneficio del grupo.

Cada miembro del equipo tiene su propia opinión, a veces contradictorias, sobre cómo se deben hacer las cosas. Cuando esas desavenencias o discrepancias se aceptan y toleran, se reducen las posibilidades de que termine en un conflicto.

Si hay algo que sostiene al equipo es la confianza entre sus miembros. Confianza que crece día a día si se cumplen los compromisos. Pero también siendo justo, franco y honesto con los demás. Esa es la única manera de no quebrantarla: ser muy sincero, no reservarse nada ni aparentar algo que no se es, como tampoco fingir capacidades que no se tienen.

El conocimiento es valiosísimo. Y si no se divulga es inútil. No tiene ningún sentido atesorar información para sí mismo. Información que además puede servir a otros compañeros a hacer bien su trabajo.

Los equipos ganadores construyen relaciones positivas, fomentan la buena comunicación entre sus miembros y se preocupan por los sentimientos y el bienestar de los demás. Por tanto, ojo con las camarillas (esos grupitos que se crean dentro del equipo con el propósito de excluir a ciertas personas). Pueden arruinar al equipo.

Y para finalizar he reservado la mejor:

«Son tres las cosas que le diría a un equipo para mantenerse unido:

Cuando algo resulta mal, yo lo hice.

Cuando algo resulta más o menos bien: nosotros lo hicimos.

Cuando algo resulta realmente bien: ustedes lo hicieron.»

 

(Paul Bryant)

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