La calculada pasividad del líder laissez-faire
Si imaginamos una línea en la que situar todos los estilos de liderazgo, en un extremo estaría el liderazgo autocrático, en el lado opuesto el estilo laissez-faire (dejar hacer) y en el centro el liderazgo democrático o participativo.
En artículos anteriores ya hemos visto las características, pros y contras de los modelos autocrático y participativo. Hoy llega el turno al laissez- faire o estilo de liderazgo liberal.
La siguiente historia puede servir para identificarlo.
«Se cuenta que el gerente de un hotel contrató a una persona para que se encargara de la limpieza de los ascensores.
El gerente le transmitió la tarea que debía realizar y pidió al empleado que le avisara cuando completara el trabajo.
Al final de la jornada el empleado no se presentó. Tampoco lo hizo al día siguiente, y el gerente dio por hecho que el trabajo no le había gustado y sin avisar, lo había dejado.
Sin embargo, tres días después mientras inspeccionaba el hotel se topó con el empleado por casualidad. Estaba limpiando uno de los ascensores.
—»Supongo que no habrá estado limpiando los ascensores durante tres días seguidos ¿verdad?» preguntó el gerente.
—»Sí, señor». Dijo el empleado. «Es un muchísimo trabajo. Y aún no he terminado. ¿Se ha dado cuenta de que hay más de 40 ascensores? Dos en cada planta. Y algunas veces ni siquiera están ahí».»
Al margen del punto cómico y hasta un poco absurdo de este relato, la historia advierte de los riesgos que tiene el liderazgo laissez-faire cuando se da cancha al empleado y éste no está lo suficientemente preparado para responder adecuadamente.
Vamos a ver cómo funciona este estilo de liderazgo respondiendo 5 preguntas.
1. ¿Cómo actúa el líder laissez- faire?
Simplemente interviene poco. Prácticamente nada.
Otorga las tareas a los colaboradores y a partir de ahí confía en que se realicen como se supone que se deben hacer. Tampoco se mete en el proceso operativo, la forma de gestionar los proyectos es decisión exclusiva del colaborador.
2. ¿Cuáles son los límites para los colaboradores?
En principio no tienen limitaciones. El líder laissez-faire se mantiene al margen, da total libertad al grupo y permite que sean ellos quienes decidan.
3. ¿Entonces, cruzarse de brazos es una forma de liderar?
…porque si el líder no interviene, no se involucra, la supervisión que ejerce es mínima y tampoco dirige activamente al equipo, ¿cómo es posible influir y motivar a los empleados adoptando un papel pasivo?
La respuesta está en que este tipo de liderazgo liberal sólo admite un tipo de colaborador muy concreto. Y llegamos a la siguiente pregunta.
4. ¿Con qué tipo de colaboradores funciona?
Personas con mucha experiencia, muy cualificadas, a los que podríamos llamar expertos en su campo. Personal sobradamente preparado para resolver problemas, asumir responsabilidades y tomar decisiones. Capaces de trabajar por su cuenta, con autonomía.
Y sin embargo, con la mera competencia no basta. Hace falta otro elemento muy importante sin el cual el liderazgo liberal sería un fracaso: el compromiso y la motivación necesaria para trabajar así.
En un primer momento puede que parezca el jefe ideal porque este líder no impone, participa poco y da plena libertad de acción al grupo. Pero a largo plazo, la falta de contacto con el supervisor puede hacer mella en la motivación. Muchos colaboradores prefieren y necesitan ese contacto directo con su supervisor. Aunque sea simplemente para pedir una segunda opinión y confirmar si han acertado en la solución a un problema.
Es por eso que si no se está seguro de que el colaborador da el perfil, lo mejor es no correr riesgos y recurrir a otro estilo de liderazgo más apropiado.
5. ¿Tiene algún riesgo el liderazgo liberal?
El exceso de independencia que se les da a los seguidores. Si nadie controla, a la larga la productividad podría bajar.
La falta de disponibilidad del líder, que podría interpretarse como «despreocupación» y provocar un efecto rebote en el grupo: «para qué tomarse en serio el proyecto si al líder le falta compromiso»
Resumiendo, si te decides por este tipo de liderazgo primero sienta las bases. Define bien los roles y el proyecto a realizar. Proporciona los recursos que vayan a necesitar y déjales hacer.
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