En la última investigación de Randstad se afirma que «Tres de cada cuatro españoles quieren jefes que les ayuden a desarrollarse profesionalmente».

El hecho de que directivos y mandos intermedios se conviertan en el coach de sus colaboradores no es algo trivial.

Para empezar, surgen dos preguntas:

¿Están los jefes preparados para desarrollar el talento de sus equipos?

¿Quién les desarrolla a ellos?

Hay muchos líderes que son receptivos al coaching. Están abiertos a la retroalimentación y dispuestos a escuchar otras ideas de cómo mejorar su rendimiento. En este sentido, la Universidad de Stanford (California) ha realizado este año una encuesta a más de 200 directores generales y altos ejecutivos de empresas americanas para estudiar qué tipo de entrenamiento reciben sobre liderazgo y qué habilidades piensan que necesitan mejorar. Los datos no son extrapolables a la situación de los directivos españoles, pero tiene su interés por la autocrítica que hacen de sus propias habilidades.

Estas son las conclusiones más interesantes del estudio:

• Cerca del 66% de los CEOs y directivos no reciben coaching o asesoramiento sobre su liderazgo por parte de consultores externos. Sin embargo, casi todos lo quieren y estarían receptivos a hacer cambios basados ​​en los comentarios que les hicieran.

 • De entre los directivos que sí recibieron formación, un 78% dijo que fue decisión propia el recibir dicho entrenamiento.

 Según Mr. Miles, «Ser el jefe no significa que se tenga todas las respuestas, por lo que es positivo que estén concienciados de que aún hay espacio para seguir desarrollándose. Incluso el mejor de entre los mejores altos ejecutivos tiene sus puntos ciegos«.

 • El área que más les preocupa es saber cómo desenvolverse en situaciones de conflicto. Para el 43% de los directivos es prioritario saber cómo manejar las discusiones de manera eficaz, entre otras cosas, porque para ellos es algo cotidiano tomar decisiones que generan un cierto nivel de oposición.

 • Las áreas en las que los directivos se valen del coaching son:(por orden de preferencia)

1.  Gestión de conflictos.
2.  Trabajo en equipo.
3.  Mentoring (transferir conocimientos a otros a través de la experiencia)
4.  Habilidades de escucha, planificación y comunicación.

Y al final de la lista, como áreas más olvidadas y de menor interés para los directivos.

5.  Motivación.
6.  Empatía.

En otras ocasiones, me habréis oído decir que el nivel de eficacia de un equipo depende en gran medida de lo bien (o mal) que se hayan entrenado y desarrollado sus miembros. Una vez tuve que jefe que, de manera regular, reservaba un poco de su tiempo para desarrollar al equipo. Se lo fijó como prioridad y lo cumplió. Ese entrenamiento que recibimos nos sirvió para aumentar la productividad, sentirnos más seguros y desarrollar a los que venían detrás. Todo el equipo se benefició, y a través de nosotros, la Organización.

Echando la vista atrás y reflexionando sobre su manera de actuar, llego a la conclusión de que principalmente se enfocó en 5 aspectos. Los comparto contigo para que también a ti te ayuden a ser un mejor entrenador:

Comunícate de manera clara y directa. No te limites a hablar, anima al equipo a que haga preguntas, asegúrate de que no se guardan ninguna duda y no dejes nada abierto a la interpretación.

No pidas nada a tu equipo que tú no estés dispuesto a hacer o no seas capaz de hacerlo por ti mismo.

Observa su trabajo para darles retroalimentación de manera sincera y directa.

Fomenta que los miembros del equipo compartan información y construyan vínculos.

Ayúdales a reflexionar sobre experiencias pasadas y que podrían servir para plantear nuevos retos.

¿Estás dispuesto a dejar tu huella en los demás?

Imagen: © John Lund/Matt Holmes/Blend Images/Corbis