Si quieres ser un líder, empieza a actuar ya.
Si te has propuesto ser un líder no esperes a tener un grupo de personas a las que liderar. Mientras llega ese momento puedes demostrar tu potencial actuando, pensando y comunicándote como un líder.
Poseer determinadas habilidades aumenta las probabilidades de que te identifiquen como un líder y que el día de mañana promociones a puestos de mayor responsabilidad.
¿Qué puede hacer una persona que quiere que le identifiquen como líder dentro de una organización? ¿Cómo puede destacar para que los de arriba descubran que tiene potencial y que el día de mañana pueda aspirar a gestionar personas?
Video: Mírame a los ojos. Michael Jordan. Liderazgo interior
Para sentar las bases de qué hace falta para ser reconocidos como líderes, podemos partir de lo que sugiere Muriel Wilkins (coach en temas de liderazgo). Wilkins establece los siguientes puntos:
1. Concéntrate en el presente
Regla nº1: No dejar que las ambiciones nos distraigan del camino.
Concentrarse en el presente significa que nos ocupemos de conseguir resultados en el puesto que ocupamos HOY para que nadie (ni compañeros, jefes o colaboradores) cuestionen nuestro rendimiento.
Tener ambiciones es totalmente legítimo pero sin perder de vista el aquí y ahora, que es donde tenemos que poner la energía, demostrar lo que sabemos hacer y lo que podemos conseguir.
2. Ayuda a que el jefe tenga éxito
Wilkins sugiere que «a la hora de establecer nuestras prioridades, tengamos también en cuenta las de nuestro jefe, con la intención de demostrarle que se está preparado para coger el testigo de importantes proyectos».
En mi opinión, esto es algo controvertido. Antes que nada hay que tener en cuenta el tipo de jefe con el que estamos tratando. Hay jefes que esa iniciativa constante de querer ayudarles pueden tomarla como una intromisión en su trabajo y pueden llegar a sentirse amenazados por las aspiraciones que uno tenga. Sé cauto y si tienes ese tipo de jefe, limítate a demostrar tu potencial.
Hay un montón de pequeñas cosas que se pueden hacer para facilitarle el trabajo. Podría ser algo tan simple como preparar una reunión, ofrecer ayuda para organizar algo o hacer tareas sencillas que no tiene porqué llevarnos mucho tiempo y que le descargan de trabajo.
3. Busca el espacio en blanco
Este apartado necesita explicación. Resumiéndolo en dos puntos significa:
- Ocúpate de lo que otros desechan.
- Ve lo que otros no ven.
Wilkins afirma que «Cada organización tiene necesidades a las que nadie está prestando atención, o carencias a las que la gente está haciendo caso omiso de manera activa».
A modo de símil, el espacio en blanco que nos propone buscar podrían ser:
- Aquellos asuntos o tareas que otros no están dispuestos a hacer, o que se evitan y que son etiquetados como «marrones».
- Proyectos en los que nadie ha pensado antes cómo se pueden mejorar.
En definitiva, uno se destaca sobre los demás proponiendo mejoras que benefician a la organización y asumiendo tareas que nadie más está dispuesto a hacer.
4. No seas un idiota
Hay una delgada línea entre ser ambicioso y actuar como un idiota. No trates de ejercer la autoridad cuando no la tienes.
Ejemplos de situaciones o actitudes en las que uno actúa como un idiota pueden ser las siguientes:
- Instituirse a sí mismo como jefe cuando «el verdadero» no se encuentra presente, arrogándose el mando porque así lo ha decidido.
- No alegrarse del logro de los demás.
- No felicitar a un compañero que ha promocionado, o visto de otra manera, sugerir que si ha logrado sus metas ha sido por utilizar «métodos inadecuados».
Lo mejor que se puede hacer es practicar la humildad y no sólo centrarse en lo que uno quiere lograr, sino en lo que es bueno para el equipo y para la organización. Ante todo hay que ser creíble y coherente entre lo que se hace y lo que se dice. Como se suele decir, hay que ganarse el respeto y eso se logra con compromiso y trabajo.
5. Busca modelos
Identifica comportamientos a los que poder imitar.
Tan acertado es observar cómo dirigen, actúan y se comunican las personas a las que uno se quiere parecer, como no perder de vista a aquellos que nos sirven de ejemplo de lo que no se debe hacer.
6. Construye relaciones
Lo que significa saber venderse en el momento apropiado.
Wilkins dice que «No es a quién conoces sino quién te conoce a ti» y pone el ejemplo de que si alguna vez te toparas en un pasillo o en un ascensor con el director general de la organización y te preguntara: “¿qué es lo que haces?”, no lo tomes a la ligera porque la situación pueda parecer informal, sino que trates la situación como una oportunidad para demostrar el valor que aportas a las organización y tu conocimiento del negocio.
Video: Cómo realizar un Elevator speech
Céntrate en hacer las cosas lo mejor que puedas, en solucionar problemas y en ser útil. El reconocimiento -puede que en forma de promoción- llegará tarde o temprano.
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